Inicios

Comenzó su carrera artística muy joven siendo alumno de la Escuela de Artes de Vitoria-Gasteiz. A los 14 años, participó en el XI Certamen de Arte Alavés (1954) y sin pasar por fases intermedias, se clasificó directamente en la categoría de artistas veteranos, ganando el máximo galardón con un conjunto de óleos titulados «Figura». Desde el principio, se inclinó por un arte de vanguardia.

En 1958, realizó su primera exposición individual en el Salón de Arte de su ciudad, pero sus obras, de gran intensidad cromática y expresionismo, no fueron bien recibidas por el público. La falta de aceptación de su estilo artístico lo llevó a no exponer nuevamente hasta la I Anual Plástica de 1964, periodo en el que se dedicó a las artes gráficas, trabajando como dibujante para la empresa Heraclio Fournier.

Evolución

La obra emergió en la Vitoria-Gasteiz de los años 50, un periodo poco favorable para el arte moderno. A pesar de las adversidades, se dedicó desde el inicio a la experimentación artística, y una vez adquiridas las herramientas necesarias, buscó introducir la «vanguardia contemporánea» en su ciudad.

La principal característica de su trabajo ha sido la constante experimentación y la búsqueda de nuevos caminos creativos. Además, se mantuvo fiel a sus principios artísticos, lo que le brindó no solo satisfacción personal y el placer de la creación, sino también reconocimiento público.

Trayectoria

Su obra destaca principalmente por su profundo “geometrismo”. A lo largo de su carrera, se muestra como un firme defensor de la geometría, creando espacios ordenados, solitarios, sonoros y sorprendentes en su belleza. Su trabajo se desarrolla principalmente en su taller, alejado del entorno externo pero siempre conectado con él. Aunque nunca ha sido partidario de participar en grupos artísticos o movimientos colectivos, su obra siempre refleja una gran influencia de las corrientes vanguardistas. No se limita a una sola técnica; utiliza el óleo, acrílico, acuarela y dibujo por igual, sin asignarles jerarquías, lo que refleja su enfoque abierto y flexible hacia las diferentes formas de expresión artística a lo largo de su carrera.

Estilo

Rafael Lafuente ha dedicado su energía a transformar su propia imagen en un contexto profundamente individualista. Como creador “solitario”, ha enfrentado su obra como una realización personal de su destino. Siempre ha sido un pintor que se refiere únicamente a sí mismo, y los cambios en su manera de trabajar siempre han estado fundamentados en su propio recorrido artístico.

Ha mantenido su independencia y personalidad por encima de cualquier corriente externa, como la vanguardia o la Escuela Vasca. Su evolución ha estado guiada por un sentido de coherencia moderna y la lógica del cambio.

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